En España, la comercialización de colmillos de elefante está fuertemente regulada debido a las normativas de conservación y protección de especies en peligro de extinción. Los elefantes africanos y asiáticos están protegidos por el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que regula el comercio internacional de sus partes y productos derivados para evitar su explotación y garantizar su supervivencia.
Aunque se trate de colmillos de elefante antiguos, su comercialización está restringida. Los colmillos y productos de marfil que provienen de elefantes cazados antes de la entrada en vigor del CITES (en 1975 para la mayoría de los países) están sujetos a estrictas normativas. En la Unión Europea, incluyendo España, el comercio de marfil está prohibido a menos que se pueda demostrar que los objetos cumplen con ciertos criterios y se obtengan los permisos necesarios.
El Reglamento de la UE sobre el comercio de fauna y flora silvestres (Reglamento CE 338/97) establece que para poder comercializar marfil antiguo, es necesario contar con certificados que prueben su antigüedad y origen legal. Además, en 2017 la UE implementó una prohibición casi total sobre el comercio de marfil para reforzar la protección de los elefantes.
En resumen, en España no se puede comercializar colmillos de elefante, independientemente de su antigüedad, sin cumplir con las estrictas regulaciones y obtener los permisos pertinentes que demuestren su legalidad. Y si los colmillos de elefante son en bruto es ilegal su comercialización en España debido a las normativas internacionales y europeas destinadas a proteger a los elefantes de la caza furtiva y el comercio ilegal.